Incrementaremos la plantilla de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y homologaremos y mejoraremos sus retribuciones y condiciones de trabajo.

Recuperaremos la presencia de la policía en las calles, los barrios, las zonas comerciales, las zonas turísticas, las urbanizaciones, el ámbito rural y los polígonos industriales.

Reformaremos el Código Penal para:
• Fortalecer la capacidad de respuesta del Estado frente a delitos como: violencia de género, redes de pederastia, xenofobia, asaltos a viviendas, secuestro exprés, secuestros de niños, corrupción y nuevas formas de delincuencia.
• Aumentar la capacidad de respuesta contra las bandas organizadas, los supuestos de extrema violencia y de multirreincidencia.
• Asegurar el cumplimiento efectivo de las penas en los delitos de especial gravedad.
• Introducir mecanismos que permitan el control y la prevención del riesgo que entraña la puesta en libertad de delincuentes con pronóstico elevado de reincidencia una vez cumplida la pena.

Reformaremos la Ley Orgánica de la Defensa Nacional para racionalizar las estructuras y adaptarlas a las nuevas realidades estratégicas.

Elaboraremos un Plan de Promoción Personal que desarrolle plenamente el modelo profesional de nuestros Ejércitos con un perfil claro de carrera para todos sus miembros.

Impulsaremos la formación civil del personal de las Fuerzas Armadas.